Vacaciones
Las vacaciones vinieron y se fueron. Dejaron recuerdos, alegrías, asombro, festejos y cansancio. Va el relato:
Todo comenzó el viernes 19 de diciembre. No, más bien, todo comenzó el jueves 18, con mucho trabajo pendiente aún antes de poder irme sin preocupaciones. Después de salir tarde del trabajo, tratando de avanzar lo más posible, me resigné y preferí llegar el viernes muy temprano para terminarlo, sobre todo porque de todas maneras debía yo ir el viernes. Además, ya era hora de llegar a la casa para la cena con Álvaro. Pasé a comprar las botellas de vino para acompañar al fettuccine con salmón que Aline iba a preparar y Álvaro a aprender. La cena estuvo deliciosa como siempre y el vino no se quedó atrás. Nos pusimos a platicar mientras duró la botella y aún nos faltaba poner nuestra maleta. Luego de que Álvaro se retiró, comenzamos a preparar la maleta porque el viernes nuestro vuelo partía a las 2:45 pm. Pero además yo tenía que terminar otro documento para otro proyecto que traigo, por lo que después de terminar con los preparativos para el viaje, me puse a trabajar. Me dormí a las 3:30 am y me levanté a las 6 am. Tratando de verle el lado bueno, ya que ese día era el día que comenzaban las vacaciones, llegué a la oficina a las 7 am a terminar las cosas que dejé pendientes el día anterior. Salí a las 11 am y regresé a la casa. Preparamos la maleta, bañamos a Tristán, revisamos la lista de pendientes y cuando vimos que ya no nos faltaba nada, desayunamos. Tomamos el taxi y nos dirigimos al aeropuerto: dos largas horas de espera, hacer fila para documentar las maletas, Tristán feliz corriendo por todos los lugares a donde no está permitido pasar, comer comida carísima en el aeropuerto; lo normal en estos casos. Abordamos. Tratamos de mantener despierto a Tristán para que viera el avión pero media hora antes de subir cayó rendido. Cuando abordamos el avión lo desperté rápido para que viera el avión (le encantan) pensando que se dormiría nuevamente. Pues no. Se fue todo el vuelo (dos horas) despierto. El problema no es que estuviera despierto, sino que no hubo manera de convencerlo de estarse quieto y no echarse a correr por los pasillos. ¡Toda una hazaña! Al fin, y a pesar de todos los pronósticos en contra, llegamos a Cancún sin que Tristán hiciera del avión su patio de juegos.
Yo no nací para climas cálidos. Prefiero soportar el frío que aguantar el calor. Ya me había hecho a la idea de que me la iba a pasar con la ropa empapada de sudor y pegada al cuerpo. No fue tanto, aunque si es notable el cambio de clima. Nunca había ido al sureste mexicano. Todo mundo me hablaba maravillas de él. Además, tenía un interés especial por conocer Cobá. Hasta bromeaba diciendo que me iba a llevar mi banderita para ir a reclamar el legado de mis antepasados. Pues al fin estaba allá. Llegamos a las 5:30 pm y ya estaba oscureciendo. Esa noche solamente tuvimos tiempo de rentar un auto, cenar en un restaurante mega caro (aunque rico, eso sí) y hacer el check in en el hotel.
En realidad el viaje a Cancún era para asistir a la boda de Mariana, la mejor amiga de Aline, pero fue el pretexto perfecto para conocer esos lugares. La boda era hasta el lunes, lo que nos dejaba libres el sábado y domingo. Desgraciadamente muy poco tiempo para conocer tantos lugares, así que lo aprovechamos lo mejor que pudimos. El sábado nos levantamos temprano, desayunamos y nos fuimos a Tulum. Hermoso, irrealmente paradisiaco. El lugar más hermoso sobre este planeta. De todos los lugares a donde fuimos en estas vacaciones es el que más se me grabó en el alma. El mar es absolutamente hipnotizante. El aire y la vegetación junto con las ruinas sobre la tierra y la arena blanca de la playa le dan un toque mágico que te hace imaginar los tiempos cuando esta zona estaba poblada por sus habitantes originales. Debió se maravilloso vivir en un mundo así. Yo llevaba cargando a Tristán, quería cargarlo cuando viera por primera vez el mar. En algún momento, entre las ruinas, divisamos el mar azul y se lo señale a Tristán. No se que habrá pensado o si para el era igual de trascendente que para mi ese momento. Desde que llegamos a Tulum y comprábamos los boletos para entra a las ruinas arqueológicas comencé a sentir un imperioso deseo de ver el mar. Cada paso que nos acercaba cerca del mar hacia que fuera más grande e irresistible ese deseo. No se si la sangre llama, pero se lo que sentí y por eso cargué a Tristán, para que juntos sintieramos eso. Aline venía a mi lado, emocionada y feliz de estar ahí conmigo y con Tristán. Yo estaba más que feliz de estar ahí con ellos. Hasta ese momento no había comprendido la magnitud de esa visita. Finalmente llegamos a la orilla del mar. Y ahí, Tristán, Aline y yo contemplamos el mar milenario que tantos habían visto antes que yo. En el que tantos se habían sumergido regresado a la matriz del mundo. Definitivamente hay algo en el agua que encanta, que atrae. No aguanté más y sin esperar a los demás me bajé con Tristán las escaleras hasta la playa. Sentí la arena blanca tantas veces descrita. Tristán se empezó a poner nervioso con las olas, con la majestuosidad del mar. Cuando traté de ponerlo sobre la arena comenzó a llorar. Vimos las olas romper contra la arena, sentimos a arena, vimos el horizonte. Aline y sus papás llegaron y nos dispusimos a meternos al mar. Yo no lo pensé dos segundos y, nuevamente sin esperar a los demás, me metí al agua. ¡Oh maravilla! Volver a lo básico, a lo primitivo del hombre. A sus primeras experiencias con el mundo infinito, inabarcable e incomprensible, lleno de misterios y magia; cuando el hombre era más uno con el mundo que en esta época de aviones y compra de boletos a Cancún por internet. Salí por Tristán e intenté que se metiera al mar o que al menos se mojara los pies con las olas que llegaban a la playa. No hubo manera. ¡Vaya que es firme en sus decisiones este niño! Decidió que el mar era demasiado extraño para animarse. Lo cargué y me metí con él hasta que el agua le llegó a las rodillas mientras que yo lo cargaba. Lloraba asustado, así que lo regresé a la playa y se quedó ahí con sus abuelos jugando con la arena. Yo me quedé en el agua todo el tiempo. Aline me alcanzó. Pero el tiempo pasa muy rápido cuando eres feliz. Y llegó el momento de irnos. Me resistía a salir del agua, pero Cobá nos esperaba. Después de varios kilometros y un vuelta mal dado que nos llevo a visitar por accidente Yucatán, llegamos a la zona arqueológica de Cobá. Aline y yo subimos la pirámide Nohoch Mul, que es la principal de Cobá. Una vista impresionante desde arriba. Tomamos fotos, nos sentamos, entramos. También tomé 5 piedritas de la cima de la pirámide como gesto simbólico de la toma de posesión de mis terruños. :) Y de los de Tristán también.
Ese día en la noche fuimos a conocer Playa del Carmen, que es donde nos estuvimos quedando. Cenamos y nos fuimos a dormir.
El domingo nos fuimos a Xel-Há. Muy bonito, muchas actividades, mucha comida y bebida. Mucho buceo con Aline. Bajar el rio buceando con ella es uno de esos momentos memorables. Tristán maravillado viendo iguanas, delfines, tucanes y peces. El clima maravilloso, la comida muy rica, el sol muy agradable. En la noche ya estábamos muy cansados y solamente llegamos a dormir al hotel. Al día siguiente era la boda.
Boda en lunes. Inusual. Se nos hizo tarde y no encontrábamos la iglesia, pero llegamos justo al medio día y al medio de la boda. Después la fiesta en una palapa al lado del mar de Cancún. No pudimos entrar al agua, ya que íbamos muy bien arregladitos. Tristán hasta corbata azul se puso. Después de la fiesta, de la que nos retiramos como a las 8 pm porque el viento al lado del mar estaba imposible de soportar y menos con Tristán saliendo de una gripe, nos fuimos a una plaza comercial muy peculiar llamada La Isla. Ahí, después de darle la obligatoria vuelta para ver las tiendas, cenamos fondue de queso y vino (aunque no tan bueno como los que hace Aline) en un restaurante italiano.
Ya solamente nos quedaba medio día en Cancún y queriamos aprovecharlo, así que el martes muy tempranos nos fuimos a la playa de Playa del Carmen. No tan bonita como Tulum, pero bonita. Tristán nuevamente no se acercó al agua. Solamente Aline y yo. Los papás de Aline y Tristán se quedaron en las sillas jugando en la arena.
Finalmente regresamos al hotel a arreglarnos y hacer el check out. Entregamos el auto y nos llevaron al aeropuerto. Esta vez Tristán pudo ver el avión todo el tiempo y se durmió durante el viaje lo cual fue un par de horas de tranquilidad para nosotros. Llegamos a la Ciudad de México a las 9 con tráfico y toda la cosa. Solamente llegamos a aventar las cosas y preparar nuevamente la maleta porque ahora seguía Puebla.
Salimos a las 6 am, después de dormir 5 horas. Llegamos Aline, Tristán, mi mamá y mi primo a las 10am del 24 de diciembre. Justo a tiempo para iniciar los preparativos de la fiesta que se avecinaba. Al día siguiente se bautizaba mi sobrino.Pero antes, el 24 comimos y cenamos muy rico. Al día siguiente fue el bautizo y luego más comida rica. Ya para entonces resentíamos el cansancio, así que el viernes nos dedicamos a descansar.
Pero el sábado nuevamente a las andadas, nos fuimos a visitar el pueblo del que son originarios mi familia. En medio de las montañas de la sierra negra de Puebla, fuimos a visitar la casa donde crecieron mi mamá y mis tios. Muy tranquilo, muy relajante y muy lejos del bullicio de la ciudad. Regresamos de noche por una carretera que aunque de día parecía muy bonita por los paisajes, por las noches es muy peligrosa, ya que está absolutamente sin señalización. De hecho hay puntos donde no sabes en que carril vas y solamente te guías por las luces de los demás automóviles o de plano, donde no hay automóviles, por los gritos asustados de Aline de que ya estábamos saliéndonos de la carretera. :)
Para entonces ya extrañábamos muchísimo nuestra propia cama. Tristán ya estaba harto de tanto viajar en coche y además el lunes regresaba yo a trabajar, así que el domingo al medio día tomamos camino nuevamente a la Ciudad de Mexico. Y para terminar con broche de oro estas vacaciones, con el cuerpo muerto de cansancio y con ganas de llegar y acostarnos, nuestra casa nos recibió con los brazos abiertos y un tiradero que exigía limpieza inmediata. Ni modo, a limpiar. Como a las 8 de la noche terminamos y nos pusimos a ver una película, tomarnos una cerveza y descansar lo poco que se pudiera de estas ajetreadas pero muy divertidas y memorables vacaciones antes de regresar a la rutina de siempre y al trabajo.
Seaside, Gemstone/S, KVM and Debian Lenny Amd64
Here are the posts for using Seaside and Gemstone/S under KVM on Debian Lenny amd64:
Goodbye VirtualBox, welcome KVM/virt-manager
Create a Virtual Machine with Debian Etch amd64 on KVM with virt-manager
Install Gemstone/S 64 on a KVM virtual machine
Install Squeak/Seaside on a KVM virtual machine
Development environment for Seaside
Enjoy.
Returning to WordPress
After giving MovableType a very long try, we finally decided to switch back to WordPress. We found some things we didn’t like:
- Not easy way to add a blogroll (it is just a link, man!)
- Slow workflow from login to publish post
- Few choices for themes
- Problems with the non-commercial/commercial/enterprise scheme of licensing
- Good plugins costs $$$
Development Environment for Seaside
This is my development environment for Seaside.
One virtual machine (vm1) is for Seaside over Squeak development. I work here most time, forwarding X to my host machine and testing the application by pointing to http://vm1:8080/seaside/myapp. Details here.
The second machine (vm0) is for testing integration of my Seaside application on Gemstone/S 64. After loading my app to Gemstone I test the app by pointing to http://vm0:8080/seaside/myapp. Details here.
Finally, in my host machine I have Debian GNU/Linux 5.0 amd64 (Lenny) for my every day work (writing docs, hearing music, watching videos, browsing internet, writing blog posts, IM, etc). Also, from my host machine I can fire the stress tools to test either the load capacity or the load balancing of the application.
Advantages:
- I start the virtual machines only when I need them.
- My host laptop boot time it is minimal.
- I don’t have to create a 32 bit chroot inside my laptop
- I have a clean 32 bit Debian and a clean 64 bit Debian for other uses
- I can test having the static content in a virtual machine and the application in other and use a proxy to redirect to the correct machine.
- I can test having my application behind a proxy
- I can test load balancing of my servers
- More machines to administer
- More configuration and setup involved
- You need a 64 bit machine and a decent amount of RAM and a capable CPU (I have 4GB RAM and a AMD Turion 64 X2 CPU)
- You need to be comfortable administering several machines
Install Squeak/Seaside on a KVM Virtual Machine
Host Machine
Architecture: x86_64
Name: laptop
OS: Debian GNU/Linux 5.0 amd64 (Lenny)
Virtual Machine
Architecture: i386
Name: vm1
OS: Debian GNU/Linux 4.0 i386 (Etch)
Virtual Machine Software
GemTools 2.3
Seaside One Click Experience 2.8.3
Install the virtual machine following this
instructions. Be sure to select CPU Architecture: x86_64, but install a 32 bit OS.
After installation add the IP address assigned to the virtual machine to
/etc/hosts on the host machine.
I have only installed the Starndard System. That is, no X or desktop environment. Why, because I want to forward X and use my host machine as the X server.
In the virtual machine, install the package xbase-client. This package and its dependencies are the minimal packages necessary to forward X apps to another server. As root:
vm1:~# aptitude install xbase-clients
Now, log out and login again but with a different syntax. Instead of
miguel@laptop:~$ ssh vm1
Log in with the -X option enabled (you can make this option enabled always in .ssh/config. See the man page from ssh)
miguel@laptop:~$ ssh -X vm1
And proceed to download Seaside and the GemTools:
miguel@vm1:~$ wget http://www.seaside.st/distributions/Seaside-2.8.3.app.zip
miguel@vm1:~$ wget http://seaside.gemstone.com/squeak/GemTools-2.3.zip
Unzip them and try them.
Seaside:
miguel@vm1:~$ unzip Seaside-2.8.3.app.zip
miguel@vm1:~$ cd Seaside-2.8-578.app/
miguel@vm1:~/Seaside-2.8-578.app$ ./Seaside.sh
You should see the Seaside Squeak image open as a window on your host machine X server.
The same applies to the GemTools Squeak image. But before trying to connect to the remote Gemstone/S server, you must do some tasks:
1. Add the remote server IP to the virtual machine /etc/hosts. In my case I’m going to connect from vm1 to vm0 (the Gemstone/S server) so I added this line to vm1’s /etc/hosts:
192.168.122.137 vm0
2. You need to add
# Local services
gs64ldi 50377/tcp # Gemstone netldi
to your virtual machine’s /etc/services file. This is because GemTools use this name instead of the port number to connect to Gemstone/S. If you don’t add this line, you must use the port number in the Login window of the GemTools image.
After doing this changes, unzip the GemTools and start the image:
miguel@vm1:~$ unzip GemTools-2.3.zip
miguel@vm1:~$ /home/miguel/GemTools-2.3.app/GemTools.sh
You must start the image using the full path to the script or the connection won’t work because of a softlink pointing to a nonexistant directory. In the Gemstone/S Login window from the GemTools image, write vm0 in the Stone section’s “!tcp@” parameter and in the Gem section’s “!tcp@” parameter. Make sure the Gemstone/S is running on your server and press the Login button. You shouldn’t have any problem.
These instructions are an adaptation from Dale Henrichs and James Foster ones.
There is something very important to have in mind. You are working ON THE REMOTE (virtual machine in this case) machine. You are ONLY viewing the graphics on the local X server. If you modify something, you’re modifying it in the remote machine. Also, the network address, this will be resolved from the perspective of the remote machine. Don’t forget it.
As you can see, by using a 64 bit KVM virtual machine on your x86_64 hardware with a 32 bit OS, you can run a squeak image on a 32bit squeak virtual machine without any problem. What is more, in the case of Debian, you don’t have to create a 32 bit chroot inside your amd64 installation. Very clean.
Enjoy.
Install Gemstone/S 64 on a KVM Virtual Machine
This instructions are very similar to the slicehost setup from James Foster’s post, but this time on a KVM virtual machine.
Host Machine
Architecture: x86_64
Name: laptop
OS: Debian GNU/Linux 5.0 amd64 (Lenny)
Virtual Machine
Architecture: x86_64
Name: vm0
OS: Debian GNU/Linux 4.0 amd64 (Etch)
Virtual Machine Software
Gemstone/S 64 Web Edition 2.3
Install the virtual machine following those instructions. Add the IP address assigned to the virtual machine to /etc/hosts on the host machine. Log in to the virtual machine and, as root, add your normal user to the sudoers file
vm0:~# visudo
The last lines of the file should be like this:
# User privilege specification
root ALL=(ALL) ALL
miguel ALL=(ALL) ALL
Save changes and as normal user on the virtual machine, download Gemstone/S (Note: this instructions are identical to the ones from James Foster’s post);
miguel@vm0:~$ wget http://seaside.gemstone.com/scripts/installGemstone2.3-Linux.sh
miguel@vm0:~$ sh installGemstone2.3-Linux.sh
This will ask for your user password and then will download and install Gemstone/S 64 Web Edition to the virtual machine’s /opt/gemstone.
Reload your sysctl changes. Either running:
miguel@vm0:~$ sudo sysctl -p
or rebooting the virtual machine:
miguel@vm0:~$ sudo reboot
Log in again to the virtual machine if needed and execute:
miguel@vm0:~$ echo “SHR_PAGE_CACHE_SIZE_KB = 100000;” >> /opt/gemstone/product/seaside/data/system.conf
Start the start the Gemstone/S 64 Web Edition:
miguel@vm0:~$ source /opt/gemstone/product/seaside/defSeaside
miguel@vm0:~$ startGemstone
miguel@vm0:~$ startSeaside_Hyper 8080
And, from your host machine, test Seaside by pointing your web browser to:
http://vm0:8080/seaside
To stop Hyper press Ctrl+C and then stop Gemstone:
miguel@vm0:~$ stopGemstone
That’s all.
Segundo Aniversario
Hoy hace dos años me casé con Aline.
Hemos vivido muchas cosas que nos han hecho estar más juntos, más unidos. Nos hemos conocido más el uno al otro también. Hemos reido, llorado, bailado, jugado, comido, bebido, divertido como nunca antes lo habiamos hecho. Y eso es lo maravilloso de lo que tenemos: lo profundo de nuestra fusión, de la comprensión del otro que cada uno de nosotros ha descubierto. Eso nos hace fuertes y al mismo tiempo nos da seguridad. No sé como sean otras parejas, pero sé, con certeza absoluta, que esto es lo más maravilloso que me ha pasado.
Soy muy feliz con mi familia, con Aline y con Tristán y esta fecha conmemora el inicio de esa felicidad.
Hemos vivido muchas cosas que nos han hecho estar más juntos, más unidos. Nos hemos conocido más el uno al otro también. Hemos reido, llorado, bailado, jugado, comido, bebido, divertido como nunca antes lo habiamos hecho. Y eso es lo maravilloso de lo que tenemos: lo profundo de nuestra fusión, de la comprensión del otro que cada uno de nosotros ha descubierto. Eso nos hace fuertes y al mismo tiempo nos da seguridad. No sé como sean otras parejas, pero sé, con certeza absoluta, que esto es lo más maravilloso que me ha pasado.
Soy muy feliz con mi familia, con Aline y con Tristán y esta fecha conmemora el inicio de esa felicidad.
Create a Virtual Machine With Debian Etch Amd64 on KVM With Virt-manager
This is the way I create virtual machines using KVM and virt-manager on my Debian Lenny 64 bit laptop:
- I will create a 64 bit virtual machine
- I will install Debian Etch 64 bit
- I will install a Standard system. After installation I will install the required software as needed.
- The machine will have a dynamic growing image file.
- I will use the default network provided by virt-manager (see this). This means that:
- the laptop (the host machine) will get a second IP address (192.168.122.1) that will be the default router for the virtual machines
- the virtual machines will get addresses in the range 192.168.122.2 - 192.168.122.254
- I will create a pair of ssh keys to log in to the machine without password
Laptop Upgraded to Debian Lenny
I couldn’t wait for the official Debian Lenny release because there were several packages from Lenny that I wanted right now:
- Kernel 2.8.26 that includes support for my Broadcom wireless card.
- KVM, so I could use it instead of VirtualBox.
- Pidgin, instead of Gaim
- OpenJDK, so I could replace the sun-java5-jdk that I have been using
- Improved NetworkManager capabilities
- Iceweasel (Firefox) 3.0.3
- Native Adobe Flash Player (swfdec-gnome)
- The brand new Adoble Flash Player 64 bits
So, I updated my laptop this way:
1. With the current setup, update the system
# aptitude update && aptitude upgrade
2. After having an Etch distro fully updated, I changed all the references to etch or stable in /etc/apt/sources.list to lenny. My sources.list is now:
# Debian lenny
deb http://mirrors.kernel.org/debian/ lenny main contrib non-free
deb http://security.debian.org/ lenny/updates main contrib
deb-src http://security.debian.org/ lenny/updates main contrib
3. I did the dist-upgrade to lenny
# aptitude update && aptitude dist-upgrade
This downloaded 1.5GB of packages from debian repositories and after a couple of hours the upgrade was over. Now I am writing this from my shinny new Debian GNU/Linux 5.0 (Lenny). BTW, the new look & feel it is pretty cool.