Sequía
Es más que obvio que en términos blog-ísticos, estoy en temporada de sequía.
Tengo tanto que decir y tan poco que decir. Una paradoja infranqueable que, cual muro de tres metros de alto, no le permite a mi pobre cerebro saltarla sin ayuda de una buena escalera.
Seguiremos esperando a que el foco prenda, o al menos, que alguien cambie los fusibles quemados.
Uff