De un tiempo para acá suelen llegar invitaciones de todo tipo de sitios como hi5, myspace y wayn entre otros. Durante un breve momento contemplo la posibilidad de contestar con una breve pero firme negación, explicando mis razones. Pero después de recibir una de esas al día, durante 2 semanas, termino borrándolas de mi bandeja de entrada sin siquiera abrirlos o ver quién las manda.
Y no es porque no quiera estar en contacto con esos amigos que “tan amablemente” me invitan a unirme a su red de amigos. Tampoco es porque sea un obstinado y no desee ser parte de las “nuevas tendencias del internet”. No, es algo más fundamental.
Todos estos sitios, a diferencia de un blog común y corriente, fomentan las redes cerradas. Son sitios que, aún para ver las fotos de tus amigos, te obligan a registrarte con ellos y ser parte de su red. Quizá si no tuviera mi propio blog, y aún mas si no lo hubiera instalado desde cero yo mismo, me registraría y sería parte de alguno de ellos. Pero qué pasaría si, siendo por ejemplo parte de myspace, me llegara una invitación de hi5. Tendría que registrarme allí también, sobre todo si varios de mis amigos están ahí. Pero en este caso ya tendría 2 sitios que mantener, cada uno con su propia red de amigos, con su propia funcionalidad, etc. Más aún, si un año después estuviera de moda otro sitio, ¿me inscribiría a este también? Creo que entienden el punto.
Cada una de estos sitios es como esas películas malas estadounidenses donde la amiguita celosa de la escuela le dice a la protagonista que no haga amistad con la recién llegada porque no es parte de su círculo aprobado de amistades.
El blogging, por otro lado es simplemente tener un sitio público, donde puedes escribir y publicar lo que tu quieres para que sea visto por todos, sin previo registro, sin previa invitación. Apertura total. Escribes para ser visto, aunque nadie te lea. Todos pueden acceder a tu sitio sin que tengas un cadenero como en las discotecas que te solicita tu credencial (y hasta te pregunta si traes dinero) antes de dejarte entrar a donde quieres entrar.
Es obvio que estos sitios llenan un nicho que no había sido explotado antes. Es un hecho que llegaron para quedarse y que, mientras haya jóvenes dispuestos a explorar nuevas maneras de interactuar con sus amigos, tendrán usuarios fieles. Yo por mi parte, no pertenezco a este grupo. Creo que la apertura es vital.
Al igual que con el software libre, no estoy dispuesto a renunciar a la libertad de instalar el software que yo quiera y de que mi sitio este disponible para todos sin restricción. No quiero estar sujeto a una empresa y a las políticas que ellos unilateralmente imponen sobre sus usuarios y mucho menos que ellos decidan si lo que escribo y publico es aceptable o no.
Con mi blog yo soy el único juez. Yo decido lo que se publica, cuándo se publica y cómo se publica. Además, decido que se publica para todos. Ese es mi derecho y no estoy dispuesto a renunciar a él.
Así que, a todos los que me han invitado a unirme al hi5, myspace y similares, gracias por pensar en mí, pero debo declinar su invitación. Al contrario, yo los invito a que tengan un blog, abierto a todos, disponible para quien quiera verlo, aunque esa persona que quiera verlo no sea alguien que conozcan. Hay
muchas maneras de ser visible en Internet, de publicar lo que piensan, sin tener que ser parte de un círculo cerrado. Inténtenlo, verán que es mucho mejor que lo que tienen ahora.